El Banco Industrial de Venezuela nace por Ley del Congreso Nacional el 23 de julio de 1937, como resultado de un proyecto elaborado por la Asociación Nacional de Comerciantes e Industriales, iniciando sus actividades formalmente el 4 de febrero de 1938.
El banco se constituyó con un capital inicial mixto, representado el 60 % de capital del Estado y un 40 % de capital privado, bajo la figura de "joint venture" mediante el cual los sectores públicos y privados se ponen de acuerdo para alcanzar el ideal del progreso que se materializa en la creación de industrias y comercios.
Posteriormente, los aportes de capital fueron asumidos totalmente por el Estado convirtiéndose esta Institución en el pilar financiero de la política de sustitución de importaciones, que durante las décadas de los 60 y 70 impulsó la industrialización en Venezuela.
La Corporación Venezolana de Fomento fue la principal accionista del Banco, hasta que con su desaparición sus acciones se transfirieron al Fondo de Inversiones de Venezuela. Subsiguientemente y debido a determinadas coyunturas económicas, el Ministerio de Finanzas, actualmente Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Finanzas, se convierte en su accionista mayoritario.
El Banco Industrial de Venezuela abre sus puertas a la automatización, la velocidad, la innovación y la seguridad que otorga una plataforma tecnológica adecuada a los tiempos modernos, desarrollando productos y servicios financieros altamente competitivos, que se adecuen a las necesidades de cada quien.
En fecha 13 de mayo de 2009 el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, anunció que el Banco Industrial de Venezuela será intervenido a puertas abiertas. Indicó que la Superintendencia de Bancos detectó algunos problemas de cierta severidad, por lo que se tomó la decisión de intervenirlo a puertas abiertas. Explicó que para ello se creó una junta interventora que se encargará de ejecutar la medida.
